Iván Dorado Moreno. Profesor del Área Académica de Prevención de Riesgos Laborales y Seguridad de Bureau Veritas Formación. Doctor en Ciencias Químicas.
Los laboratorios son lugares de trabajo que, sin duda, presentan una serie de singularidades que deben tenerse en cuenta para el correcto control y gestión de los riesgos laborales. Podemos destacar las siguientes:
- En los laboratorios suelen estar presentes una gran variedad de peligros. No es extraño encontrar en estos entornos de trabajo inventarios de productos químicos con cientos de entradas, equipos de trabajo singulares cuya utilización conlleva riesgos debido a altas presiones, altas temperaturas, radiaciones o agentes biológicos, entre otros.
- Las exposiciones a contaminantes en los laboratorios son de carácter puntual, durante cortos periodos de tiempo, pero pueden ser de una gran intensidad.
- Los trabajadores de los laboratorios tienen una elevada formación técnica; sin embargo, en nuestro país no va acompañada habitualmente de un adecuado conocimiento de la materia preventiva.
- Los laboratorios son entornos de trabajo muy cambiantes. En periodos relativamente cortos de tiempo es habitual que se produzcan modificaciones en los procedimientos de trabajo, instalaciones, equipos o productos utilizados. Estas variaciones son más habituales en laboratorios de investigación por la propia naturaleza del trabajo.
Diseño de un laboratorio: elementos a tener en cuenta
Nuestra Ley de Prevención de Riesgos Laborales, en su exposición de motivos, menciona que la planificación de la prevención debe realizarse “desde el momento mismo del diseño del proyecto”. Esto se concreta en los principios de la acción preventiva recogidos en el artículo 15, donde se establece que el adecuado control de los riesgos debe implantarse desde el origen. Por lo tanto, desde el comienzo del diseño de un laboratorio, deben analizarse los principales aspectos que garanticen un adecuado control de la seguridad y salud en estos lugares de trabajo.
Cada laboratorio tiene unas necesidades preventivas específicas establecidas por las actividades que se desarrollarán: por ejemplo, las de uno dedicado a la química orgánica serán muy distintas a las de otro de microbiología. Así, es imprescindible que, desde el comienzo del proyecto, exista una comunicación fluida y eficaz entre el proyectista y los futuros usuarios, ya que la experiencia del primero será de gran importancia para un correcto diseño.
El adecuado diseño inicial del sistema de climatización y ventilación del laboratorio resultará crucial para un correcto control de los contaminantes, para el confort térmico, acústico y olfativo, así como para la adecuada eficiencia energética de estos espacios. En este sentido, el proyectista deberá considerar los siguientes aspectos:
- Presencia de equipos de extracción localizada y su situación (vitrinas de gases, campanas de extracción, brazos de extracción…).
- Equipos de trabajo que puedan influir en las condiciones termohigrométricas, tales como estufas, muflas, baños calefactores, incubadoras, ultracongeladores, reactores, autoclaves…
- Posible dispersión de los contaminantes entre las distintas salas del laboratorio y su entorno.
Además, se debe prestar especial atención a las necesidades de almacenamiento de este tipo de instalaciones. Así, se planificarán espacios para líquidos inflamables, corrosivos, gases a presión, agentes de elevada toxicidad o residuos peligrosos. El diseño debe tener en cuenta el trasiego seguro, también desde un punto de vista ergonómico, de todos estos elementos desde la recepción hasta su retirada.
Se prestará especial atención al adecuado diseño y distribución de los elementos de seguridad activa y pasiva necesarios: tipos de extintores, compartimentaciones, señalización, duchas y lavaojos de emergencias, equipos para el control de fugas y derrames.
Finalmente, las instalaciones del laboratorio deben diseñarse con una adecuada flexibilidad para permitir adaptarse a los cambios que se producen en estos entornos.
El correcto diseño de estos elementos, entre otros, permitirá disfrutar de una instalación con un elevado nivel de seguridad y confort que, sin duda, redundará en la salud de los trabajadores, el respeto al medio ambiente y la calidad del trabajo en el laboratorio.